La próxima colisión: Por qué Irán dividirá a Europa de Estados Unidos
Europa debe rescatar el acuerdo nuclear con Irán e intensificar la sólida diplomacia con Teherán sobre cuestiones regionales
Europa se dirige hacia un gran choque con Estados Unidos sobre Irán
Europa debe rescatar el acuerdo nuclear con Irán e intensificar la sólida diplomacia con Teherán sobre cuestiones regionales.
Irán se está convirtiendo en el punto principal de la división en política exterior de Europa con los Estados Unidos de Trump, según un nuevo informe del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR en sus siglas en inglés).
Este mes, Trump esbozó su estrategia hacia Irán, centrada en la contención agresiva y el aislamiento del país – una fuerte ruptura de las relaciones diplomáticas creadas por su predecesor. Mientras que las capitales europeas comparten muchas de las preocupaciones de Washington sobre Irán, tienen fundamentalmente desacuerdos con respecto a los instrumentos apropiados para un progreso efectivo. Esta discrepancia se está ahora materializando abiertamente en lo referente al acuerdo nuclear con Irán (el JCPOA).
Europa busca salvaguardar el acuerdo nuclear y usar un modelo similar de diplomacia multilateral con Irán para reducir la inestabilidad en Oriente Medio. Por el contrario, Estados Unidos aparentemente está avanzando hacia una política destinada a debilitar el liderazgo iraní a través de medios económicos, políticos y, posiblemente, militares.
El deseo de Trump de socavar el acuerdo nuclear se ha visto suavizado por influencias moderadoras como el Secretario de Defensa James Mattis, quien ha presionado a Trump para que cumpla con el acuerdo con el fin de mantener a bordo a los aliados a la hora de perseguir una campaña más agresiva contra Teherán en los asuntos regionales.
Sin embargo, aunque está lejos de terminar con el trato, la imprevisibilidad de Trump ha puesto efectivamente el acuerdo en el limbo. La administración también se ha puesto claramente del lado del rival regional de Irán, Arabia Saudita.
Esto significa que los gobiernos europeos deben prepararse para un aumento de las tensiones entre Irán y Estados Unidos.
Para hacerlo, deben comprender cómo Irán está respondiendo a las medidas de Trump. Hasta ahora, Teherán ha tenido cuidado de no reaccionar de forma exagerada a la guerra de palabras de Trump, particularmente porque los funcionarios iraníes creen que Trump está logrando lo que Irán esperaba desde hace tiempo: abrir una brecha entre Europa y Estados Unidos.
Teherán desea mantener lazos positivos con Rusia, China y particularmente Europa, ya que consideran que ese consenso internacional es el medio más efectivo de salvaguardar al país del tipo de sanciones como las impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU que sentaron las bases para el aislamiento de Irán durante la década del 2000.
Sin embargo, las acciones de Trump también están cambiando la dinámica política en Irán al proporcionar a los extremistas argumentos para sus batallas internas. Ahora hay un consenso significativo en Irán sobre la necesidad de desarrollar la capacidad de Irán en materia de misiles y en apoyar a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC en sus siglas en inglés), lo que no fue el caso en la campaña electoral de principios de este año.
Irán ha aprobado ya sus propias contra-sanciones contra EEUU, se ha comprometido a continuar las pruebas de misiles y ha aumentado el presupuesto disponible para los misiles y para el IRGC. En discusiones privadas, los funcionarios iraníes a menudo destacan a sus homólogos europeos que, si Trump sabotea el acuerdo nuclear, esta dinámica se acelerará, haciendo que sea más difícil para Irán comprometerse con Occidente en asuntos regionales.
Como tal, la prioridad de Europa para lidiar con el deterioro de las relaciones Irán-EEUU debe ser proteger el acuerdo nuclear, al tiempo que intensifica los planes de contingencia para su fracaso. La UE y E3 deberían asumir el liderazgo de una iniciativa política que, junto con Rusia y China, ofrezca incentivos a Irán para que continúe cumpliendo con los elementos centrales del acuerdo actual.
Como parte de este plan, la UE deberá revertir -y preparar mecanismos legales para bloquear- la aplicación de nuevas sanciones secundarias en Estados Unidos, para asegurar a las empresas europeas y a Teherán que siguen comprometidas con la integración económica de Irán con los mercados globales.
Paralelamente al enfoque en el JCPOA, Europa también necesita demostrar el valor de la diplomacia con Irán logrando resultados tangibles, aunque graduales, en cuestiones regionales. Este proceso liderado por Europa debe comenzar involucrando tanto a Teherán como a Washington de las siguientes maneras:
(i) facilitar una revisión con participación múltiple de las operaciones marítimas en el Golfo Pérsico con el objetivo de salvaguardar la libertad de navegación;
(ii) un esfuerzo de los gobiernos europeos, en particular Francia y Reino Unido, para apaciguar el conflicto en Yemen y ampliar el acceso humanitario;
(iii) convocar a los vecinos de Iraq para un proceso político multilateral dirigido a aliviar las tensiones sobre el Kurdistán iraquí;
(iv) presionar a los actores regionales como Irán y Arabia Saudita para que apliquen voluntariamente regímenes internacionales que creen una mayor transparencia sobre el uso de misiles balísticos.
Es probable que el progreso gradual en la resolución de otras áreas de desacuerdo ayude a generar confianza y normalizar las relaciones entre Irán y Occidente. De hecho, la implementación del acuerdo nuclear ya ha comenzado a lograr esto a través de una distensión entre Europa e Irán.
Notas para los editores
La autora del informe Ellie Geranmayeh está disponible para comentarios. Puede ser contactada a través del email [email protected]
También puede ponerse en contacto con el director de comunicación de ECFR, Conor Quinn en [email protected] o en el +44 7413 636323.
El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores no adopta posiciones colectivas. Las publicaciones de ECFR solo representan las opiniones de sus autores individuales.