Engaños digitales: Cómo un Escudo Europeo de la Democracia puede ayudar a hacer frente a la desinformación rusa

En vísperas de las elecciones al Parlamento Europeo, la creciente desinformación rusa amenaza con influir en los votantes. Sea cual sea el resultado de las elecciones, la UE debe tomar medidas coordinadas y firmes

Foto de los iconos de las aplicaciones de redes sociales, como Facebook, Instagram, YouTube y WhatsApp, mostrados en la pantalla de un teléfono móvil
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A menos de dos semanas de las elecciones al Parlamento Europeo, deepfakes fabricados con IA circulan sin tregua a través de las redes sociales y los medios digitales con el objetivo de influir en los votantes. En particular, el Kremlin ha lanzado campañas de desinformación a través de su red de proxies -bien arraigada en toda la UE- con el objetivo de perturbar el proceso democrático y debilitar el apoyo europeo a Ucrania.

Los riesgos de este tipo de esta injerencia extranjera y desinformación son significativos: la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el fenómeno como una de las mayores amenazas para la democracia europea. El Parlamento Europeo ha aprobado legislación histórica, como medidas de responsabilidad para las plataformas y requisitos de transparencia de la inteligencia artificial, para mejorar la respuesta europea a los contenidos nocivos en línea, pero la Unión Europea no está a la altura de los esfuerzos de desinformación rusa.  Algunos Estados miembros están tomando la iniciativa mediante la creación de organismos que luchan contra la interferencia digital, como en el caso francés de Viginum, o llenando las lagunas en la aplicación de la normativa digital, como Bélgica. Sin embargo, esto da lugar a una respuesta desigual y descoordinada a nivel europeo.

Un Escudo Europeo de la Democracia

En el caso de ser re-elegida, von der Leyen ha prometido crear un «Escudo Europeo de la Democracia» para detectar, rastrear y eliminar contenidos engañosos en línea en coordinación con las agencias nacionales. La iniciativa también adoptará un enfoque más duro frente a la desinformación tradicional y la generada por inteligencia artificial, centrándose en el desmentido preventivo de la desinformación (el llamado «pre-bunking«) y el fomento de la resiliencia. El alcance y la puesta en marcha del plan aún no se han dado a conocer.  

Dicho Escudo Europeo de la Democracia debería abogar por una respuesta coordinada y firme a los individuos y medios de comunicación que propagan la desinformación, independientemente de quién lidere la próxima Comisión Europea. Para lograr esto, la UE debería utilizar el Escudo Europeo de la Democracia para:  

  • La ruptura de los silos existentes en el enfoque de la UE. Junto con la Comisión, los Estados miembros deberían elaborar una estrategia colectiva para contrarrestar la injerencia extranjera, tal y como propugna el Triángulo de Weimar. La Comisión, en consulta con el Parlamento Europeo, debería poner en marcha un nuevo grupo de trabajo a nivel de la UE para fomentar esta visión común en todos los Estados miembros mediante el intercambio de información, la investigación y la coordinación institucional, así como impulsando la alfabetización mediática. Este grupo de trabajo también debería rellenar las lagunas legislativas existentes en la gobernanza digital e impulsar mejoras cuando sea necesario. Por ejemplo, las plataformas más pequeñas como Telegram no están obligadas actualmente a realizar evaluaciones de riesgo de desinformación y proponer medidas de mitigación, debido a su menor número de usuarios. El grupo de trabajo podría proponer una normativa para las plataformas más pequeñas que difunden desinformación.
  • Trabajar con terceros países con ideologías afines a través de los esfuerzos de Diplomacia Digital del Servicio Europeo de Acción Exterior, compartiendo información relevante e intercambiando buenas prácticas. La atención debe centrarse en las regiones que comparten un enfoque hacia las tecnologías emergentes centrado en el ser humano y que podrían beneficiarse de un mayor compromiso estratégico con la UE.

Un hervidero de desinformación

La desinformación rusa se ha disparado antes de las elecciones al Parlamento Europeo, con noticias falsas sobre «flujos migratorios sin precedentes» en Bulgaria y extranjeros «agrediendo a la gente» en las calles de Sofía, o fotos que afirman falsamente mostrar al presunto agresor del primer ministro eslovaco, Robert Fico, junto al padre del líder del partido de la oposición. Pero la desinformación no se limita a los periodos electorales. Sea cual sea el resultado de las elecciones, la lucha contra la manipulación informativa debe ocupar un lugar destacado en la agenda de la UE para el próximo mandato institucional.

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