Alemania, España y la Unión Europea en el orden mundial tras la guerra

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Norbert Röttgen durante una entrevista con EL MUNDO, tomada por Antonio Heredia

El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) organizó el pasado mes de noviembre una serie de eventos con motivo de la visita a Madrid de Norbert Röttgen, Miembro del Bundestag alemán, expresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores y Copresidente del ECFR. Su viaje persiguió explorar e intercambiar las perspectivas nacionales sobre el cambio de paradigma en política exterior manifestado tanto en Alemania como a nivel de la Unión Europea tras el estallido de la guerra en Ucrania. Para ello, la oficina del ECFR en Madrid organizó varios intercambios a puerta cerrada con parlamentarios españoles, representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, miembros del sector privado y académicos.

La invasión rusa de Ucrania ha obligado a los países europeos a reconsiderar sus anteriores políticas, no sólo hacia Rusia sino también hacia China. En Alemania, el Canciller Olaf Scholz ha puesto en marcha un cambio de paradigma en la política exterior y de seguridad del país, representando un punto de inflexión histórico o Zeitenwende. Atrás queda la noción optimista de Wandel durch Handel que perseguía provocar el cambio a través del comercio que caracterizaba la política alemana hacia Rusia. En su lugar, el comercio, al igual que la energía, la tecnología, la defensa y la política económica, han adquirido una nueva importancia geoestratégica.

Sin embargo, ¿hasta qué punto se ha materializado este cambio de paradigma en Alemania y en Europa en general? Como sostiene Norbert Röttgen en su reciente libro, «¡Nunca más indefenso! Un manifiesto en tiempos de guerra», tras haber maniobrado hacia un estado de indefensión durante años marcados por una política exterior negligente, Alemania, Europa y Occidente necesitan urgentemente adoptar un nuevo realismo para enfrentarse a los retos de hoy.

La Unión Europea se enfrenta pues a numerosos retos: cómo afianzar su resiliencia económica y social; cómo gestionar un orden regional basado en un equilibrio de poder y no de reglas; cómo abordar el proceso de desacoplamiento con Rusia y China en sectores clave como energía, alimentos y tecnología. Por otro lado, de cara al futuro, se plantearon cuestiones como el impacto de la guerra en las relaciones entre Rusia y China con la UE respectivamente y, a su vez, de esta con África, Asia, América Latina y Oriente Medio. Por último, debatimos sobre la configuración del orden mundial que surgirá tras la guerra en Ucrania y sobre el papel que la UE desempeñará en el mismo.