Old partners, new challenges

What’s the verdict on the EU-Latin American summit, held in Spain earlier this week? For one thing: Latin American matters to Europe. And trade seems to have been a winner too.




The EU-Latin America summit, held this week on
Spanish soil, had been awaited like a refreshing shower on parched earth. The
Spanish presidency has been underwhelming so far, often outstripped by events
such as earthquakes, volcanoes and the troubles of the Euro. This summit was
meant to be a moment to get back on track, for Madrid to use its historic links
between two regions to find a purpose on the international stage during a time
of flux and uncertainty.

The debate in Spain surrounding the summit has
certainly been passionate, and the ‘Shadow Presidency blog’ (run by ECFR and
its Spanish partner FRIDE) has hosted many of the viewpoints. The overriding
message from the blog has been that for Europe, Latin America matters.

Two of the experts who framed the debate in the
latest edition of Política Exterior and also in two podcasts for ECFR were Susanne Gratius, senior fellow at FRIDE, and José
Antonio Sanahuja, director of the development and cooperation department at
ICEI
. They argue
that relations between the two regions have been developing under the
assumptions of the 1990s. Although these are still valid in some ways, they
must now be updated in order to fit in with more recent developments and, in
particular, long term shifts in the overall balance of power. The relations still revolve around three main topics: peace, democracy
and development. However, the distance between the two regions now seems wider
than it was, and the community of values seems broken. They argue that the
strategic association between the two has failed to live up to expectations; we
in Europe have not known how to manage the political polarisation in modern
Latin America, damaging our credibility as a partner for the region at a time
when there is little appreciation of the differences between the approaches of
Europe, US and China regarding democracy and human rights.

In the days leading up to the week of summits, Carmen de Carlos, correspondent of ABC
Daily in Buenos Aires
, shared her impressions on the expectations surrounding
the summit with us. These impressions highlighted how Spain felt about the
rudeness of the threats of Latin American nations to boycott the summit, thanks
to an argument over the suggested presence of the president of Honduras,
Porfirio Lobo. For de Carlo, this diplomatic incident made clear that although
Spain has a positive image in the region, it does not retain much influence.

Oscar Cabello Sarubbi,
the Paraguayan ambassador to Spain
, emphasised the need for the summit to achieve concrete results, along
with the central role for Madrid in helping the two regions work together. He
argued that the relationship was an important one on both sides of the Atlantic,
in areas such as dealing with natural disasters (for instance in the cases of
Haiti and Chile), protecting the environment and combating global warming, and
supporting international trade (with greater participation for Latin American
countries).

In the view of Jorge Mattoso, professor of economics at UNICAMP, São Paulo,
relations between the EU and the Mercosur need to be updated.  Commercial, financial, and economic exchanges
between the two blocks have reached new heights, involving 20% of world exports.
However, he suggested, it was necessary that a number of obstacles, in the form
of stagnating negotiations in some areas, be overcome. 

Alfonsina Peñalosa,
from the Foundation Ethos of Mexico
, noted that energy has become one of the most
important issues for the EU regarding both development and to the climatic
change.  After the failure of the Copenhagen
Conference, the next summit dealing with climate change will be held in Cancun
next December. She argued that this provides the moment for Mexico to spearhead
the battle against climate change in the region. 

Now that the round of summits and its spin-offs
is over, do any of these viewpoints help us to make sense of it? Have any substantial
decisions been taken? Zapatero, Van Rompuy and Barroso have all expressed their
satisfaction about a summit “with specific results”, but what are they? The
main one has been to break the deadlock of the commercial negotiations with
Mercosur, blocked since 2004. A multi-party Trade Agreement with Perú and
Colombia has also been signed, along with a new Association Agreement with
Central America. A Latin American Investment Facility has been launched, and an
agreement reached on the creation of the EU-LAC Foundation.

The level of political will and diplomatic
muscle on display suggests that the relationship between the two regions is
still very important to both sides. The hope must be that the meeting of senior
politicians from both Europe and Latin America will now give fresh impetus to a
strategic association whose up-sides outweigh the down-sides. Much of this is
due to the simple importance to both of international commerce. For that, the
father of trade, David Ricardo, would be proud.

 

And here’s a version of this piece in Spanish…




Viejos
socios, nuevos desafíos

La semana de cumbres
entre la Unión Europea y América Latina, celebrada en suelo español, se
esperaba por estas tierras adustas como agua de mayo que refrescase una
presidencia del Consejo de la
Unión que no ha levantado excesivas pasiones, sobrepasada en
varias ocasiones por los acontecimientos, que no esperan a nadie. Terremotos,
volcanes, especuladores… esta cumbre se ha presentado como un momento feliz, un
respiro en mitad de la tormenta multiforme que se cierne sobre una decadente y
al mismo tiempo emergente Europa, que permitiría a España lucirse en la arena
internacional dado nuestro papel de eslabón que une ambas regiones.

El debate sobre la
propia cumbre (cuidado con las cumbres, advierte José Ignacio Torreblanca, que
son como las montañas rusas: cuesta un mundo subir y luego la caída es vertiginosa),
así como, en general, sobre las relaciones entre Europa y América Latina, ha sido
encendido, como correspondía. Y uno de los lugares donde ha florecido dicho
debate ha sido en el blog Presidencia en la sombra. A tenor de lo leído deben creernos:
América Latina importa.

El debate ha
quedado bien enmarcado por dos expertos en la materia como Susanne Gratius, investigadora senior de FRIDE, y José Antonio Sanahuja,
director del departamento de Desarrollo y Cooperación del ICEI
, en el
último número de Política Exterior y en dos entrevistas recogidas en sendos podcasts para ECFR. Las
relaciones entre la UE
y América Latina se han venido desarrollando bajo supuestos de los noventa
,
que en cierta medida siguen teniendo validez, argumentan estos expertos, pero
que urge actualizar para adaptar dicha
relación al nuevo escenario internacional y a los nuevos equilibrios de poder
entre ambas regiones
. Las relaciones siguen girando en torno a tres grandes
objetivos: paz, democracia y desarrollo, y el multilateralismo sigue siendo un
imperativo, no una elección, cuestión que no se discute a ambos lados del
Atlántico; sin embargo, la distancia entre las regiones parece hoy mayor que
antaño y la comunidad de valores, rota. Es indudable que la asociación
estratégica no ha cumplido con las expectativas. Desde
Europa no hemos sabido gestionar la polarización política en que se ha sumido
América Latina, lo que ha dañado nuestra credibilidad como socio de la región,
donde no se aprecian diferencias notables entre Europa, Estados Unidos o China
en materia de democracia y derechos humanos.

En los días previos a la semana de cumbres
abría fuego Carmen de Carlos, corresponsal de ABC en Buenos Aires, cuyas impresiones sobre las expectativas de la cumbre resaltaban
el desencanto de España con buena parte de los países de América Latina, tras
el desplante de Unasur y las amenazas de una ausencia generalizada en la cumbre
UE-ALC si el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, asistía a la misma. Según
de Carlos, estos incidentes diplomáticos ponen de manifiesto que España no
tiene influencia en Latinoamérica, a pesar de que su imagen en la región es
positiva.

Óscar Cabello Sarubbi, embajador del
Paraguay en España
,
destacaba la necesidad de resultados concretos, así como la importancia del papel
de España ante esta oportunidad histórica. Los consensos entre ambas regiones
siguen estando ahí y hay que aprovecharlos para avanzar en la lucha contra los
desastres naturales (casos de Haití y Chile); para  proteger el medio ambiente y luchar contra el
calentamiento global; y, por último, para apoyar el crecimiento del comercio internacional,
así como una mayor participación de 
Latinoamérica en el mismo.

Jorge Mattoso, catedrático de
Economía de la UNICAMP,
São Paulo,
nos
recordaba que las relaciones entre la
Unión Europea y el Mercosur
deben ponerse al día. El desarrollo del
intercambio económico, financiero y comercial entre los dos bloques ha alcanzado
nuevas cotas: el comercio bilateral supone ya el 20% de las exportaciones
mundiales; sin embargo, para que ese proceso se acentúe es indispensable que se
superen los obstáculos de unas negociaciones estancadas.

Por su parte, Alfonsina Peñalosa, desde la Fundación Ethos de
México
, resaltaba
que la energía se ha convertido en uno de los temas de mayor relevancia para la UE con relación al desarrollo y
al cambio climático. Tras el fracaso de la Conferencia de Copenhague, la próxima cumbre se celebrará en Cancún en diciembre y es el momento para que
México se convierta en punta de lanza del combate contra el efecto invernadero.

La investigadora principal de CIDOB
Anna Ayuso

centraba su  análisis en el debate que opone inter-regionalismo a
bilateralismo entre las dos regiones
como opciones excluyentes. Entre los
que defienden el bilateralismo están los defraudados con la vía regionalista y
aquellos que lo consideran como la mejor respuesta a los intereses europeos,
concentrados en las economías más prósperas en el continente americano. En el
lado contrario, el estancamiento de los procesos regionales del Mercosur,  la Comunidad Andina
y el nuevo rol de Unasur ponen de manifiesto que Europa no puede pretender
determinar la estrategia de integración regional latinoamericana, pero que debe
estar atenta a los cambios si quiere frenar la tendencia a la devaluación de su
papel internacional. Los diálogos estratégicos con México, Brasil, Chile o
Argentina no sustituyen, sino que complementan, al igual que los diálogos
sectoriales, unas relaciones bi-regionales que no son estrictamente
intergubernamentales.

Una vez cerrada la ronda de cumbres y
derivadas, ¿qué podemos sacar en claro? ¿Se han tomado decisiones sustanciales?
¿Cuál es el balance inicial? Zapatero, Van Rompuy y Barroso se han mostrado satisfechos de
una cumbre “con resultados concretos”. El principal de ellos, el desbloqueo de
la negociación comercial entre la
UE y Mercosur, atascada desde 2004, pero también la rúbrica
de los acuerdos de libre comercio con Perú y Colombia, de un lado, y con los
seis países centroamericanos. Asimismo, se ha firmado un Plan de subvenciones y
créditos de la UE
para infraestructuras, sin olvidarnos de la creación de la Fundación Europa-América
Latina.

Sin duda, de toda la voluntad política y el
músculo diplomático desplegados, se deduce que la relación entre ambas regiones
sigue importando a ambas orillas del Atlántico. Esperemos que la interacción
sin restricciones entre los más altos dirigentes de ambas regiones haya servido
para dar un nuevo impulso a una asociación estratégica cuyas ganancias, como
sucede con el comercio internacional bien entendido, sin duda superarán a las
pérdidas. David Ricardo estaría orgulloso.

 

 

 

The European Council on Foreign Relations does not take collective positions. ECFR publications only represent the views of their individual authors.

Author

Subscribe to our weekly newsletter

We will store your email address and gather analytics on how you interact with our mailings. You can unsubscribe or opt-out at any time. Find out more in our privacy notice.