No cierren fronteras, gestionenlas

Los intentos de cerrar las fronteras de Europa son contraproducentes – los canales legales deben abrirse a cambio del retorno de ilegales

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No cierren fronteras, gestionenlas: mo mejorar la política de la UE en materia de migración a través de Libia

Los intentos de cerrar las fronteras de Europa son contraproducentes – los canales legales deben abrirse a cambio del retorno de ilegales.

Dos años después del comienzo de la crisis de refugiados, los flujos migratorios a Europa vía Libia están aumentando mientras que las muertes en el Mediterráneo se han disparado. Más de 60.200 inmigrantes llegaron de Libia y Egipto en los primeros cinco meses de 2017, aproximadamente un cuarto más que en el mismo período del año pasado. Este aumento se ha producido a pesar de un nivel de coordinación sin precedentes de la UE en materia de política migratoria.

 El problema, según un nuevo informe del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR en sus siglas en inglés), es que la política europea sufre la suposición equivocada de que podemos cerrar nuestras fronteras a los migrantes económicos.

 De hecho, cerrar las vías para la migración económica legal sólo ha dado lugar a más tráfico de personas, con inmigrantes indocumentados viviendo al margen de las sociedades europeas. Esto ha contribuido al surgimiento de partidos anti-inmigración, que se han aprovechado de la ola de ansiedad que surge de la relación percibida entre la inmigración y el crimen o el terrorismo.

 Para contrarrestar esto, la UE y sus Estados miembros deben gestionar los flujos, en lugar de tratar de reducirlos a cero y recibir más inmigrantes ilegales cada año. Para ello, es necesario abrir canales legales de migración a cambio de una serie de acuerdos de readmisión que terminen con los ilegales.

 Los Estados europeos deberían ofrecer visados de migración legal a los ciudadanos de un país de origen dado, a cambio del compromiso del gobierno de devolver rápidamente a todos los ciudadanos de ese país que hayan llegado ilegalmente a territorio de la UE. En cuanto al número de visados que deberían expedirse, el informe sugiere que una cuarta parte de las llegadas ilegales en 2016 sería realista tanto en términos de absorción en los países de la UE, como atractiva para los países de origen. Eso equivaldría a alrededor de 45.000 visas de trabajo adicionales emitidas por los países de la UE cada año.

 Los acuerdos migratorios legales tendrían el beneficio de reducir el tráfico de personas, ya que sólo los migrantes que nunca habrían intentado la migración ilegal recibirían visas. Además, estos acuerdos también crearían grandes flujos de remesas de migrantes legales en Europa a sus países de origen. Este tipo de financiación para el desarrollo no cuesta nada a los contribuyentes de la UE y supera con creces los presupuestos de ayuda europea.

 La UE no controla la concesión de visados de trabajo, pero podría incentivar a los Estados miembros a incorporarse a sus planes. Este sistema podría aplicarse mediante una «coalición de voluntades» en el marco del procedimiento de «cooperación reforzada» o mediante un acuerdo multilateral entre países de origen y de destino.

 El informe también hace recomendaciones sobre cómo lograr una tramitación rápida y justa de asilo; crear canales seguros para los refugiados; apoyar la creación de instituciones libias y las comunidades libias que se enfrentan al desafío migratorio; e impulsar la misión de asistencia fronteriza de la UE en Libia.

 

Notas a los editores

 Este informe está escrito por Mattia Toaldo, Senior Policy fellow de ECFR. Puede ponerse en contacto con él a través de la siguiente dirección de correo: [email protected]

 También puede ponerse en contacto con el jefe de comunicación de ECFR en la dirección de correo [email protected]

El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores no adopta posiciones colectivas. Las publicaciones de ECFR solo representan las opiniones de sus autores individuales.