El problema británico y lo que significa para Europa

La perspectiva de un referéndum ha convertido la salida de Reino Unido de la UE en una posibilidad real

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La perspectiva de un referéndum ha convertido la salida de Reino Unido de la UE, conocida también como Brexit, en una posibilidad real si los conservadores ganan las elecciones generales de mayo. En la publicación de ECFR “The British problem and what it means for Europe”, Mark Leonard, director y cofundador de ECFR, afirma que:

  • La posibilidad de que Brexit se haga realidad se debe no a la existencia de un público euroescéptico, sino al empecinamiento de una élite eurófoba, que ha mezclado en su discurso el rechazo a la inmigración y el rechazo a Europa. Aunque los eurófobos británicos tienen un gran capacidad de influencia, el auge de UKIP parece asustar a muchos potenciales partidarios de Brexit. El apoyo a la permanencia en la UE se encuentra en su nivel más alto en cinco años (un 45% frente al 35% que abogaría por abandonarla, según un sondeo reciente).
  • Una UE sin el Reino Unido sería más pequeña, más pobre y menos influyente internacionalmente. Reino Unido supone casi un 12,5% de su población, un 14,8% de su economía y el 19,4% de sus exportaciones (incluyendo el comercio intracomunitario), netamente favorable para el resto de la UE. Además, más de dos millones de ciudadanos europeos residen dentro de sus fronteras y el país sigue siendo uno de los que más aportan al presupuesto de la UE (un 12% neto del total).

Mark Leonard afirma que “la salida de Reino Unido podría ser más dañina para la UE que la de Grecia, pudiendo provocar un ciclo de desintegración y acelerar el deterioro de la posición europea en el ámbito internacional” y sugiere algunas vías para acercar Europa a Reino Unido:

  • Los líderes europeos deberían intentar romper la conexión entre inmigración y euroescepticismo. Es necesario cambiar la legislación sobre las prestaciones sociales, pero también crear un fondo europeo de ajuste, a cargo del presupuesto de la UE, al que las autoridades locales puedan recurrir para financiar los servicios públicos en áreas donde haya altos niveles de inmigración intracomunitaria.
  • Frank-Walter Steinmeier con Ed Miliband, Anne Hidalgo con Boris Johnson o Radosław Sikorski con John Bercow: muchas voces europeas y europeístas podrían alertar a la clase política británica de los riesgos que acarrea la salida de la UE.

“Se ha dicho que el Reino Unido es un sonámbulo que se aleja de Europa, pero la realidad es diferente: es una pequeña élite eurófoba la que corre hacia la salida. Como los neoconservadores que empujaron a los EE.UU. a invadir Irak, los eurófobos británicos cuentan con un poderoso aparato intelectual y con defensores con grandes recursos económicos y poder sobre los medios, la Cámara de los Comunes e incluso el gobierno”, afirma Mark Leonard.

“Son los ciudadanos británicos los que deberán decidir si quieren permanecer en la Unión Europea, pero el resto de la UE también puede alejar a los eurófobos del público e implicar a la élite y sociedad británicas en un debate sobre la reforma de Europa”.

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