De Viena a Raqqa – Necesidad de una diplomacia inclusiva en Siria

El componente militar será ineludible en la lucha contra Daesh, pero éste no tendrá éxito si no se enmarca dentro de una estrategia mucho más amplia

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Ninguna estrategia contra Daesh será efectiva sin una desescalada en Siria.

Incluso la estrategia del “Estado Islámico primero”, que ignora la urgente necesidad de asegurar el progreso político fracasará, según el nuevo informe de ECFR “Syrian Diplomacy Renewed: From Vienna to Raqqa«, que publican los investigadores Julien Barnes-Dacey y Daniel Levy. Los autores sostienen que mientras el componente militar será ineludible en la lucha contra Daesh, éste no tendrá éxito si no se enmarca dentro de una estrategia mucho más amplia.

Según este informe el proceso de Viena, que representa a una diplomacia inclusiva tardía, debería ser la inmediata prioridad para los gobiernos europeos. Un enfoque que enfatice en exceso la acción militar dejará pasar una gran oportunidad y correrá el riesgo de provocar más daño que beneficio. La atención debería centrarse en asegurar un acuerdo sobre inmediatos avances en la desescalada y en un proceso político a largo plazo que tenga como objetivo la transferencia del poder como un medio de superar el actual punto muerto en el que nos encontramos respecto al régimen de Assad.

Ahora, mientras que una solución política no será por si sola suficiente para acabar con la amenaza de ISIS, el conflicto ha servido como la herramienta de reclutamiento clave para Daesh, al tiempo que como medio a través del cual provocar un vacío de poder que el grupo terrorista ha ocupado. Desescalar el conflicto de Siria en su conjunto es necesario además para volver a centrar en el problema de la amenaza de ISIS a actores clave, principalmente a Irán, Arabia Saudí y Turquía.

Barnes-Dacey y Levy aseveran que los europeos han estado demasiado ausentes de los compromisos diplomáticos de alto nivel alcanzados sobre el problema de Siria, permitiendo que otros tomaran ventaja. Pero con la guerra siria y la crisis de refugiados que ha desencadenado es necesario rediseñar las políticas en todo el continente. Hay demasiado en juego como para mantener un rol secundario o parcial.

También sostienen que los gobiernos europeos pueden hacer una contribución vital y distinta al renovado proceso diplomático adoptando un enfoque destinado a convencer a los aliados para la adopción de un pragmatismo necesario en lugar de ser indulgentes con aquellos que no están dispuestos a comprometerse.

Julien Barnes-Dacey, coautor de “Syrian Diplomacy Renewed” e investigador principal del Programa MENA de ECFR, dijo: 

“A pesar de los recientes llamamientos por un mayor compromiso militar en Siria, Europa no puede permitirse el lujo de distraerse de sus intentos de asegurar una desescalada en el país.

“Lanzar unas cuantas bombas en Raqqa reportará a Europa pocos beneficios si sigue tolerando la existencia de un conflicto que ha llevado a miles a los brazos del Estado Islámico y a millones más a huir del país. En efecto, podría incluso causar más daños que avances en la dirección correcta.

“Los Estados europeos necesitan reafirmarse mucho más en su postura de hacer avanzar el proceso de paz de Viena y emplear su única ventaja sobre muchos de los Estados actualmente comprometidos con avivar las llamas del conflicto sirio: Arabia Saudí, Irán y Turquía.

“En última instancia, se requerirá más que la paz en Siria para derrotar al Estado Islámico. Pero Daesh no será derrotado sin dicha paz.”

El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores no adopta posiciones colectivas. Las publicaciones de ECFR solo representan las opiniones de sus autores individuales.