¿Cuánto puede dañar el brexit a los británicos residentes en el extranjero?

Nueva publicación de ECFR explora cómo puede brexit dañar a los ciudadanos británicos fuera de Reino Unido

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Según el nuevo informe de ECFR “Brits abroad: How Brexit could hurt expats” la salida del Reino Unido de la UE podría poner en peligro los trabajos, hogares y seguridad social de los 1,2 millones de británicos que viven en Europa.

La red de investigadores de ECFR extendida por los 28 Estados Miembros ha recopilado datos e información sobre lo que significaría el Brexit para los expats en sus respectivos países, ofreciendo una visión general sobre las consecuencias en trabajo, educación, acceso a la propiedad privada y a los servicios sanitarios y pensiones para los ciudadanos de la UE frente a los ciudadanos no comunitarios.

Después de un hipotético Brexit, el Reino Unido tendría dos opciones. La primera, unirse a Islandia y Noruega en el Espacio Económico Europeo (EEA en sus siglas en inglés), o a Suiza en la Asociación europea de Libre Comercio (EFTA en sus siglas en inglés), pero el precio sería seguir aceptando la actual normativa europea en materia de libertad de movimientos. La otra opción que tendría Londres sería la de negociar acuerdos por separado con cada uno de los 27 Estados Miembros en cuestiones laborales, de vivienda y servicios sanitarios de sus ciudadanos en el extranjero. El informe de ECFR recoge los puntos que serían negociados en estos acuerdos bilaterales.

La publicación “Brits abroad: How Brexit could hurt expats” explica los drásticos cambios que conllevarían estos nuevos acuerdos en torno a cuatro áreas fundamentales:

Puestos de trabajo: los británicos podrían perder su derecho a trabajar en Europa sin necesidad de visado, incumpliendo las normas de 15 Estados Miembros que obligan a los empresarios a asegurarse de que no hay candidatos adecuados para el empleo correspondiente dentro de la UE/EEA antes de contratar a algún ciudadano extranjero.

Propiedad: la pertenencia a la UE permite a los expats birtánicos eludir los trámites burocráticos relativos a la adquisición de propiedad en 16 Estados Miembros. Países como Austria, Croacia, Dinamarca o Bulgaria obligan a los ciudadanos no comunitarios ni pertenecientes al Espacio Económico Europeo a tener un permiso de residencia en regla, registro de empresas, o permiso expreso del gobierno para comprar en dicho Estado.

Educación: más de 11.000 jóvenes británicos cursan sus estudios en otros países europeos cada año. Como ciudadanos de la UE pagan las mismas tasas reducidas que los estudiantes locales –o incluso estudian gratis- en países como Austria, Dinamarca, Finlandia, Grecia y Suiza. Las tasas son mucho más elevadas para ciudadanos ajenos a la UE/EEA.

Servicio sanitario: los ciudadanos británicos perderían el derecho a la Tarjeta Sanitaria Europea, que da acceso inmediato a los servicios básicos de salud en toda la UE –gratuitamente en algunos países, y por un reducido precio en otros.

Pensiones: los pensionistas son el grupo más numerosos de expats británicos en Europa, y pueden contabilizar los años trabajados en otros Estados miembros a la hora de cuantificar lo cotizado para recibir la pensión en su Estado miembro, u otro. Por ejemplo, en Alemania los ciudadanos europeos pueden contar los años trabajados en otros lugares para alcanzar los requerimientos mínimos para la recepción de la pensión. 

El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores no adopta posiciones colectivas. Las publicaciones de ECFR solo representan las opiniones de sus autores individuales.