El auge de los euroescépticos: visión desde Roma

Las encuestas de opinión en Italia enseñan que los euroescépticos están ganando votos a expensas del centro-derecha, mientras que el gobierno está demasiado ocupado con los cambios en su interior para contribuir al debate

La campaña electoral italiana por las elecciones europeas de mayo tiene a más de diez partidos compitiendo por escaños en el Parlamento Europeo. Según la encuesta de intención de voto realizada por el instituto de investigación EMG el pasado 7 de abril, se espera que solo cuatro partidos y una coalición consigan superar el umbral del 4% necesario para obtener escaño en el Parlamento: el Partito Democratico de centro-izquierda y en el poder, Forza Italia de Berlusconi, el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S), la euroescéptica Liga Norte y una coalición con Nuevo Centro-derecha (NCD) al frente.

El partido con más votos, según la encuesta, será el Partito Democratico (PD), con un 33,9% de la intención de voto. El PD es el único partido claramente europeísta, defendiendo la importancia de la UE como institución económica y política y contando con los mayores niveles de confianza en la UE en su electorado (54%). El partido busca una unión política más fuerte, la elección directa del Presidente de la Comisión Europea y una política común europea en asuntos exteriores y defensa. El nuevo primer ministro, Matteo Renzi, apoya al igual que su predecesor unos “Estados Unidos de Europa” y una Europa más fuerte pero diferente como respuesta a la crisis actual, proponiendo renovar la UE mediante políticas de crecimiento que pongan fin a la austeridad. Renzi está a favor también de ampliar las competencias del BCE siguiendo el modelo de la Reserva Federal, y de elevar el límite de déficit del 3% del PIB fijado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento para un mayor gasto público, en especial a nivel local. El 28 de febrero el PD se unió oficialmente al Partido de los Socialistas Europeos, que se corresponde con el grupo socialdemócrata del Parlamento, poniendo fin a la histórica división entre sus partes socialista y católica.

En el centro derecha se encuentra Forza Italia, el partido del antiguo primer ministro Berlusconi, que parece estar perdiendo terreno. Según la encuesta de EMG, su número de votantes se redujo en un 1,6% en tan solo una semana, situándose en el 20,8%. La gran caída puede deberse a la falta de un liderazgo fuerte y el hecho de que se haya prohibido a Berlusconi presentarse a las elecciones europeas. Sin él, el partido no puede ganar votos. Además, y pese a que Forza Italia forma parte del Partido Popular Europeo, Europa nunca ha sido tenida muy en cuenta en sus programas políticos. Durante la campaña electoral italiana, Berlusconi llegó a decir que Italia necesita “menos Europa” y que la capacidad de decisión de Alemania en la UE debería ser limitada. De hecho, esto fue percibido como una campaña anti-Merkel.

Cercano ideológicamente se encuentra el Nuevo Centro Derecha (NCD), escindido del antiguo Pueblo de la Libertad de Berlusconi. Liderado por Angelino Alfano, ministro de interior y aprendiz de Berlusconi, el NCD solo parece convencer a un 3,3% de los votantes, situándose por debajo del umbral para entrar en el Parlamento. Por ello se ha aliado con otros partidos con los que espera conseguir un 5,5%. De forma similar, se espera que la izquierdista Lista Tsipras no obtenga grandes resultados en las elecciones de mayo. Cuando presentó sus candidatos, la Lista Tsipras aspiraba a obtener un 7% de los votos, pero por ahora solo alcanza un 3,2% según las encuestas.

Aparte de la caída de las cifras en el partido de Berlusconi, el dato más sorprendente es el crecimiento del electorado de dos partidos euroescépticos: el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga Norte. Según la encuesta, el M5S obtendría mejores resultados que Forza Italia, con casi el 22% de los votantes. Aunque desde la última disputa electoral el movimiento ha estado relacionado con el descontento sobre cómo la moneda común ahoga a la economía italiana, el M5S es un movimiento verdaderamente heterogéneo. En un comienzo, su líder, Beppe Grillo, pidió un referéndum sobre la permanencia de Italia en la eurozona y la abolición del pacto fiscal. Posteriormente tomaría posturas más moderadas, proponiendo una alianza entre los países mediterráneos hacia una política económica común y la exclusión de las inversiones en investigación y desarrollo del 3% del límite del déficit. Por lo tanto, la posición del M5S en el escenario político europeo no está clara. Están sin duda del lado de quienes quieren cambiar la actual estrategia europea, pero no pueden ser considerados como puramente euroescépticos debido a la diversidad de posturas. En su primera vez en el Parlamento Europeo, el M5S no entrará (posiblemente) en ninguna gran coalición ni se aliará con otros partidos.

En cambio, la Liga Norte sí tiene un discurso claro contra el euro, habiendo rediseñado su logotipo para incluir el eslogan “Basta Euro”. Es más: desde principios de febrero han llevado a cabo una gira electoral llamada “No Euro Tour” por las principales ciudades italianas, superando incluso la fractura ideológica entre norte y sur en un intento por capitalizar el descontento presente en todo el país. Las encuestas electorales otorgan a la LN un 4,3% del apoyo, que aunque muy bajo (tan solo la mitad de sus cifras en las nacionales) es suficiente para hacerse con el 4% necesario para entrar en el Parlamento y conseguir de tres a cinco escaños (frente a los nueve actuales). Su implacable lucha contra el euro encuentra aliados tanto en Bruselas como en el Frente Nacional, el partido francés euroescéptico liderado por Marine Le Pen. Aunque no haya una alianza oficial, los líderes de ambos partidos han afirmado su intención de cooperar al compartir el mismo punto de vista al respecto y también sobre inmigración.

Pero en general Italia ha estado tan ocupada formando un nuevo gobierno que los programas de los partidos para las elecciones europeas no han recibido mucha atención. El debate en la élite está más enfocado a quién irá a dónde, quién será el candidato italiano para el puesto de comisario. Por su parte, la gente está más interesada en si Matteo Renzi cumplirá sus promesas. Esto allana el camino a quienes no están en el gobierno de coalición, facilitándoles la promoción de eslóganes contra el euro y Europa.

Este es el momento de debatir puntos de vista, ideas y programas para Europa. Concretar cómo queremos pasar del antiguo debate de “más o menos Europa” a uno nuevo sobre “una Europa diferente”. Lanzar una fuerte, quizás desesperada, campaña sobre Europa. En cambio, hay un sentimiento de derrota frente a unos resultados que darán un tercio del Parlamento a euroescépticos convencidos.

También puedes leer el artículo publicado originalmente en inglés en el blog de ECFR: https://ecfr.eu/blog/entry/eurosceptic_surge_view_from_rome

Con motivo de la publicación de ECFR, «The Eurosceptic surge and how to respond to it«, publicaremos una serie de posts analizando la situación política en los principales países de la UE de cara a las elecciones europeas, con especial atención al auge de los euroescépticos.

 

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