Yes, she can. Kolinda Grabar Kitarovic puede llevar ya las riendas de Croacia tras salir elegida presidenta del país balcánico. "Croacia puede y quiere más", sentenció la que se ha convertido en la primera mujer en conquistar la Presidencia croata, gracias a su discurso firme y patriótico dirigido a una desanimada y pesimista población.
Con apenas un punto de diferencia, Grabar Kitarovic venció en las urnas al mandatario en funciones, Ivo Josipovic. El político de centro izquierda no supo rematar su mensaje a los electores de que haría más por intentar salir de la crisis económica, así como por presionar al Gobierno socialdemócrata, en el ojo del huracán por la complicada situación.
El último país en entrar en la Unión Europea (julio de 2013) es en la actualidad uno de los más débiles económicamente de los que integran el club de Bruselas. Sufre su sexto año consecutivo de recesión y su desempleo roza el 20%, subiendo hasta el 41,5% cuando se trata de paro juvenil.
"No permitiré que alguien diga que Croacia no será un país próspero", ha avisado la flamante mandataria conservadora, cuya victoria da alas al partido de oposición del que era candidata -Unión Democrática Croata (HDZ)- de cara a las próximas elecciones. De hecho, Grabar Kitarovic es, a su vez, el primer candidato conservador que ha logrado ganar la Presidencia desde la muerte, en 1999, de Franjo Tudjman, a quien ella misma evocó durante su campaña electoral: «Completaré el trabajo iniciado por Tudjman».
Pasado reciente en la OTAN
Dinámica, de sonrisa radiante, ex ministra de Asuntos Exteriores y hasta ahora secretaria general adjunta de la OTAN para Asuntos de Relaciones Públicas, lo que implica el triunfo de esta mujer de 46 años es digno de analizar. En principio, se ha abierto una brecha entre la Presidencia y el Gobierno. El primer ministro Zoran Milanovic lamentó ayer su victoria, nada agradado por las declaraciones de la conservadora en las que apunta que hará todo lo posible por forzar elecciones anticipadas si el país no prospera.
Para Grabar Kitarovic, como para la mayoría de sus electores, el Ejecutivo actual no ha hecho lo suficiente para sacar al país del bache económico que sufre. Y a pesar de que la Presidencia en Croacia es altamente simbólica o ceremonial -pero con poder en política exterior y defensa-, aquellos que han depositado su confianza en esta mujer de origen modesto y de campo quieren que actúe. "Mostraré el puño", prometió a sus seguidores: católicos, veteranos de guerra, campesinos, ultranacionalistas... "Y aquellos que están en la diáspora", como precisa a EL MUNDO Francisco Borja Lasheras, director adjunto de la oficina de Madrid del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. "Con su perfil conservador y bordeando el nacionalismo croata se ha beneficiado del voto de la diáspora", insiste el analista, para quien la retórica en campaña de la triunfadora, "casi con tintes de décadas pasadas, es dura con Serbia y su voluntad de ingresar en la UE".
La única mujer que hubo en la OTAN que sabía ordeñar una vaca -como ella misma se define- enumeró sus promesas de manera clara: desarrollo económico, unidad de la nación y defensa de los valores tradicionales. Los analistas alaban su rotunda retórica, mientras que los expertos en moda critican su vestimenta y moños pasados de moda. Ella ignora a unos y otros y sólo se rinde al motor de su vida: la patria y la familia. Casada y con dos hijos, su marido no trabaja y cuida de los pequeños. "Por una Croacia mejor", es el lema de la rubia Grabar Kitarovic. Ahora llega el momento de demostrarlo.
