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PRIMAVERA ÁRABE | Tras la caída del dictador

Libia sin Gadafi: el reto de inventar una transición

Celebraciones en Sirte tras la muerte de Gadafi.| Efe

Celebraciones en Sirte tras la muerte de Gadafi.| Efe

Meses de guerra, miles de muertos. Libia parecía estar frente al abismo hasta este jueves. La muerte del ex líder Muamar Gadafi, del coronel que ha detentado el poder desde 1969, no ha sacado al país del atolladero, pero la salida podría estar un poco más cerca. Lo que suceda en las próximas semanas y meses será clave para que -según lo deseable- pueda haber una transición democrática o -según lo tenido- se perpetúe una guerra civil.

Los elementos sobre el tablero son, en resumen: un país sin tradición democrática, sin partidos políticos, tribal, que no cuenta con precedentes similares de los que sacar lecciones, y un poder transicional divido, según explica a ELMUNDO.es el investigador de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (Fride), Oladirán Bello.

La revancha y el peligro de la guerra

"Hay que tener en cuenta que la muerte del coronel abre la posibilidad real de que vuelva la guerra. Hasta ahora, lo que más unificaba el país era la oposición al dictador. Con su desaparición, si no son capaces de mantener un diálogo democrático entre ellos, habrá una seria ruptura que pondrá en riesgo el proceso de transición. En un año o dos podría haber guerra de nuevo, podría pasar igual que en Irak tras la derrota de Sadam Husein", añade.

En el corto plazo, Bernard- Henri Levy, el filósofo francés, asegura que siempre que Gadafi estuviera con vida sería capaz de reclamar apoyo en Sirte o en otro lugar y la sangre iba a seguir fluyendo. Cree que "con Gadafi detenido, la guerra ha terminado", informa Reuters.

Otro peligro desestabilizador es la posibilidad de una ola de revanchismo. El politólogo experto en Libia Ali Abdullatif Ahmida, de la Universidad de Nueva Inglaterra, asegura que aunque "se trata del fin de una era, y el comienzo de la lucha por el nuevo gobierno, todo dependerá de cómo el liderazgo del Consejo Nacional de Transición (CNT) guíe al país y cómo reconcilie a sus gentes... o si tomará la revancha y ajustará cuentas. Esto podría ser un camino peligroso".

Oladirán Bello añade que hay personas percibidas como espías por el pueblo y éste teme que pudieran intentar reconstruir el antiguo régimen. "Si hay represalias la sociedad libia será muy inestable y pondrá en riesgo una oportunidad de ampliar un proceso democrático".

Por su parte, Daniel Korski, investigador principal del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, apunta que aunque la muerte de Gadafi evita un drama judicial dilatado al estilo de Slobodan Milosevic, también crea el riesgo de que se plantee su figura como la de un 'mártir'.

Retos de un heterogéneo CNT

El CNT tiene el reto de decidir la forma que deben adoptar las fuerzas militares de seguridad de la nueva Libia y "cómo desarmar, desmovilizar e integrar los diversos grupos armados que han contribuido a la caída de Gadafi en las nuevas estructuras de seguridad nacional", advierte Ben Barry, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.

Bello recuerda asimismo el papel clave de la Justicia. "El mismo día de la caída de Gadafi ha sido detenido el ex ministro de Defensa, y hay otras figuras del viejo Gobierno también apresadas. La manera en la que sean juzgadas será importante".

El heterogéneo Consejo Nacional de Transición tiene entre sus retos hallar la manera de integrar a los posibles gadafistas que se rindan. No será fácil, en opinión de los expertos consultados, que subrayan la amalgama de pensamientos que impera en el CNT. "Hay personas que insisten en que debe haber una Constitución y un sistema político relativamente liberal en Libia, pero también hay otro tipo de pensamiento".

François Heisebourg, presidente del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, cree que las autoridades se moverán ahora formalmente a Trípoli [desde Bengasi -capital rebelde-] y que "tendrán que establecer un gobierno formal, lo que probablemente no será una tarea fácil".

Ya hay voces que critican que en el seno de este poder transicional hay demasiado peso procedente de Bengasi y que no hay una representación proporcional a la realidad del país, dice Bello.

La comunidad internacional

Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, España y los países de la OTAN que han participado en la guerra contra Gadafi con ataques aéreos han reconocido al CNT.

"El papel de la comunidad internacional sigue siendo importante. La cuestión es qué pasará tras la retirada de las fuerzas militares de la OTAN, si mandarán o no una misión de seguridad y también una fuerza humanitaria para asegurar a los civiles; o si optarán por darle este papel a ejércitos de países musulmanes, probablemente con el liderazgo de Turquía o Qatar", explica Bello.

"Las próximas dos semanas serán clave para ver en qué dirección irá Libia. Si la muerte de Gadafi sirve para unificar los diferentes actores en el país, Libia tendrá un futuro muy brillante, ya que tiene muchos recursos, y será más fácil si los muchos exiliados libios que hay en diferentes países regresan y se involucran en el proceso de reconstrucción. Pero es demasiado pronto para saberlo", puntualiza.

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