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Rusia, Estados Unidos y la UE se preguntan: ¿qué se le ha perdido a Turquía en Ucrania?
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Rusia, Estados Unidos y la UE se preguntan: ¿qué se le ha perdido a Turquía en Ucrania?

Ankara trata de usar su relación con Ucrania como forma de reestablecer los lazos con Occidente, pero le puede salir el tiro por la culata si cabrea demasiado a Rusia

Foto: Tayyip Erdogan. (Reuters)
Tayyip Erdogan. (Reuters)

En la reciente escalada entre Rusia y Ucrania, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan apoyó de forma tajante a Kyiv. Acogió en Ankara a su homólogo ucraniano Volodymyr Zelensky mientras Rusia agrupaba miles de soldados en la frontera con Ucrania. Erdogan reiteró el apoyo de Turquía a la integridad territorial de Ucrania e, incluso, su ambición de unirse a la OTAN. Además, Turquía y Ucrania reafirmaron su intención de reforzar la cooperación militar, con drones turcos en camino a la zona de guerra del Donbás.

Pero, ¿qué hay detrás de la renovada cooperación de Turquía con Ucrania y qué significa para las relaciones de Turquía con Rusia?

Las relaciones entre Ankara y Moscú mejoraron después del intento de golpe de estado de 2016 en Turquía. A su vez, esto causó un distanciamiento entre Ankara y su histórico aliado, Washington, porque los líderes turcos acusaron a EEUU de apoyar un intento de golpe por acoger su supuesto cabecilla, Fethullah Gulen. El presidente ruso Vladimir Putin jugó bien sus cartas, llamando a Erdogan la noche del golpe y ofreciéndole ayuda cuando la mayoría de los líderes occidentales esperaron.

Foto: Guardia de honor presidencial griega. (EFE)

Sin embargo, las relaciones entre Turquía y Rusia siempre han sido complicadas, dependiendo de la química personal de los dos líderes en vez de en un marco institucional. De forma gradual, Turquía y Rusia han desarrollado una codependencia incómoda, conocida por los académicos como “cooperación competitiva”. Esto significa coordinar sus políticas pero, al mismo tiempo, desarrollando diferentes zonas de influencia a través del apoyo a distintos bandos en los conflictos de Siria, Libia o el Cáucaso.

Una excepción en el complejo tablero

Ucrania ha emergido como una excepción en este cuadro geopolítico. Desde el principio, Turquía apoyó la independencia de Ucrania de Rusia y se opuso a la anexión rusa de Crimea -pero nunca demasiado alto-. Ankara no quería que Ucrania se convirtiera en un elemento incómodo en la relación con Rusia, por lo que limitó el apoyo a Kyiv, alejándose de las sanciones o del apoyo militar a Ucrania en su conflicto contra las fuerzas prorrusas en el Donbás.

Esto parece estar cambiando, sobre todo porque Ucrania se presenta como un útil contrapeso en el equilibrio de Turquía con las superpotencias, así como una herramienta contra Rusia.

placeholder Zelenski y Tayyip Erdogan en una combre bilateral. (EFE)
Zelenski y Tayyip Erdogan en una combre bilateral. (EFE)

Turquía, además, es consciente del valor que supone Ucrania para Occidente -en un momento en el que Erdogan trata de forma desesperada de reconstruir los puentes tanto con Estados Unidos como con la Unión Europea-. La Administración Biden, desde el principio, ha mirado con escepticismo a Turquía. Además, existe una larga lista de problemas en la relación entre EEUU y Turquía, que empieza con la compra turca en 2019 del sistema de misiles rusos S-400, un error estratégico llevó a EEUU a promover sanciones contra la industria de defensa turca. Además, Ankara tiene problemas con otros socios de la OTAN, muchos de los cuales ven al país con sospecha después de sus movimientos unilaterales en el Mar Mediterráneo el pasado verano.

Erdogan reconoce que tanto la economía turca como su popularidad están en declive. Sabe que normalizando la relación con los aliados occidentales y promovimiendo las credenciales occidentales son las únicas formas de crear un atractivo económico y relajar el aislamiento internacional.

Ganarse la simpatía de Washington

Ankara espera que su apoyo a Ucrania le gane el favor del presidente de EEUU Joe Biden, cuyas credenciales proucranianas son conocidas, como ya se pudo observar en su apoyo incondicional en el reciente enfrentamiento con Rusia. Turquía puede promover la idea de que es un aliado indispensable de la OTAN para frenar a Rusia en Oriente Medio y en Europa oriental. A través de Ucrania, Turquía quiere recordar al mundo que sigue siendo parte de Occidente y que es un aliado de la OTAN.

Pero hay otras razones que explican este movimiento, como la ambiciosa industria de defensa turca, de la cual los drones son la joya de la corona. En un momento en el que los países occidentales imponen sanciones a la venta de tecnología sensible, Ucrania está dispuesto a comprar drones. De hecho, las capacidades de producción de defensa ucranianas encajan justo con lo que Ucrania echa en falta.

A través de Ucrania, Turquía quiere recordar al mundo que sigue siendo parte de Occidente

Turquía vendió seis drones Bayraktar a Ucrania en 2019. Y Kyiv está interesado en comprar 48 más. Ambos países, además, están debatiendo sobre producir corbetas de forma conjuntas y aviones de transporte AN-178. En 2020 firmaron un acuerdo de producción conjunta de turbinas, incluyendo las que se usan en aviación militar. Y con los drones en el Donbás, y posiblemente más equipamiento turco en el Mar de Azov, Turquía sabe que no hay mejor publicidad para su programa de defensa.

Por supuesto, también hay otras razones históricas para justificar el apoyo turco a Ucrania. Ankara nunca ha reconocido la anexión rusa de Crimea. Y, desde la guerra de Crimea de 1853-1856, Turquía siempre ha dado la bienvenida a los tártaros, que sienten afinidad con la región. Al ver las ambiciones expansionistas de Rusia, Turquía ha apoyado la integridad territorial ucraniana desde el principio. Eso sí, aunque apoyó a los tártaros de Crimea, Turquía fue lo suficientemente cuidadoso para no interferir en los asuntos rusos. La anexión nunca fue determinante en la relación de ambos países, una razón por la cual Rusia no se molestó

Ahora, sin embargo, Moscú cada vez se siente más incómoda por la creciente relación de Ankara con Kyiv. El mes pasado, algunos aliados de Erdogan sugirieron que Turquía podría revocar la Convención Montreux de 1936, que garantiza la libertad de pasaje a los barcos rusos a través de los Estrechos Turcos. Incluso aunque Erdogan lo negara, el debate irritó a Moscú.

En abril, Rusia decidió congelar el flujo de turistas a Ucrania, un movimiento que afectó bastante a una industria turística turca ya tocada por la pandemia. Además, Rusia le ha exigido a Turquía que deje de mandar equipamiento militar a Ucrania, mientras los medios rusos difunden la alocada teoría de que Erdogan quiere Crimea para él.

Foto: Zelenski, junto a las tropas ucranianas. (EFE)

Ucrania ve su relación con Turquía como mutuamente beneficiosa y, para ello, ha invertido en ella durante años. Mientras Rusia construye un fuerte militar en Crimea, Ucrania puede convertirse en un socio clave en la región del Mar Negro, especialmente dada la membresía de Turquía en la OTAN. Kyiv valora el apoyo político de Ankara y su cooperación militar. Ucrania le puede vender a Turquía su ‘know-kow- temas de tecnología defensiva sensible en un momento en el que Turquía tiene dificultades para encontrar fuentes occidentales de venta. A cambio, recibe drones turcos, efectivos en la guerra del Donbás.

Por último, las consecuencias de esto en la relación entre Turquía y Ankara dependerá de un cuarto factor: la temperatura de las relaciones entre Turquía y EEUU. Erdogan usa el juego de enfrentar a Rusia y a EEUU, pero ahora lo tiene más difícil desde que EEUU impuso sanciones a Turquía. Biden y Erdogan se encontrarán cara a cara por primera vez como presidentes en la cumbre de la OTAN en junio. Hasta entonces, Turquía seguirá apoyando a Ucrania, tratando de mejorar las relaciones con Washington.

*Análisis publicado en el European Council on Foreign Relations por Asli Aydintasbas y Joanna Hosa y titulado West Wishes: Turkey's growing relationship with Ukraine'

En la reciente escalada entre Rusia y Ucrania, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan apoyó de forma tajante a Kyiv. Acogió en Ankara a su homólogo ucraniano Volodymyr Zelensky mientras Rusia agrupaba miles de soldados en la frontera con Ucrania. Erdogan reiteró el apoyo de Turquía a la integridad territorial de Ucrania e, incluso, su ambición de unirse a la OTAN. Además, Turquía y Ucrania reafirmaron su intención de reforzar la cooperación militar, con drones turcos en camino a la zona de guerra del Donbás.

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