Elecciones europeas
26 de mayo

Cien millones de indecisos y falsos mitos, a un mes de las elecciones europeas

Actualizado

A poco más de un mes de los comicios a la Eurocámara un estudio cifra en un 30% el número de indecisos en la UE y alerta de los falsos mitos que están marcando el rumbo electoral

Un manifestante anti Brexit porta banderas europeas en una marcha en Londres. REUTERS

Cien millones de indecisos. La cifra parece desorbitada, pero está acorde con la magnitud de la cita electoral que en poco más de un mes escogerá a nuestros representantes en el mayor Parlamento del mundo durante los próximos cinco años. Un 30% de los ciudadanos europeos no tiene claro a quién votar el 26 de mayo, según el estudio del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR): 'Lo que los europeos quieren realmente: Desmontando cinco mitos'.

La principal revelación del informe es que los europeos no saben lo que quieren realmente. Un 43% de los encuestados en 14 Estados miembros de la Unión Europea están seguros de ir a votar, el 57% está menos seguro y el 70% de los que planean acudir a las urnas aún no se ha decantado por una opción política. El director de ECFR, uno de los autores del informe, Mark Leonard, apunta que los resultados de las europeas "dependerán mucho de cómo dirijan los partidos sus campañas para captar las demandas de la gente".

Para facilitarles la estrategia electoral, desde el ECFR identifican las grandes falsas creencias que están marcando el rumbo de los comicios. "Este estudio disipa el mito popular, que ha ganado fuerza y ha sido promovido por figuras como Steve Bannon, de que las elecciones de mayo tienen ya un desenlace inevitable y que el resultado será el tercer acto de la historia de Trump y el Brexit, así como la sentencia de muerte de Europa ", destaca Leonard.

Desmontando mitos

Los expertos del Consejo creen que el mundo de 2019 es radicalmente diferente al de 2015, y que tanto Bannon como Salvini, Le Pen y Orban fracasan en su intento de convertir los comicios de mayo en un referéndum sobre inmigración. Identifican como un falso mito que el tema central de la campaña vaya a ser la cuestión migratoria, algo que resulta particularmente equívoco en el caso español, teniendo en cuenta que sólo preocupa al 6,4% de la ciudadanía (muy por debajo de los austríacos, con un 39%), según una macroencuesta europea publicada en marzo. En nuestro país, lo que realmente alarma es la corrupción y el paro y, de hecho, estamos "más preocupados por aquellos que se van del país que por los que vienen". Y no sólo eso, otro sorprendente dato es que somos es el país que más apoyaría medidas de control de emigración: más del 60% de los encuestados españoles se muestra partidario de que el Gobierno prohíba por ley que los ciudadanos dejen el país por un periodo largo de tiempo.

Los comicios tampoco serán un choque entre los que creen en Europa y los que creen en el estado nación. En el caso de España, tradicionalmente muy afín al proyecto europeo, el ECFR identifica que los ciudadanos ven a la Unión "como un garante de protección más allá de su propio Gobierno". La encuesta afirma además que la clase social, el nivel de estudios, o el lugar de residencia, entre otros factores, no son determinante a la hora de votar, por lo que la política de la UE tampoco ha pasado "de partidos a sectas", un concepto extendido después de la victoria del Brexit.

Los conflictos en Europa entre el Este y el Oeste quedan desmitificados ya que "no existe una línea divisoria del voto entre Europa Occidental y Europa Oriental". La prueba es que la sensación de mayor confianza en Europa que en su sistema político nacional es compartida en países tan distintos como España, Polonia, o Rumanía, destaca el informe. Asimismo, añade que la mayoría de ciudadanos no siente que tenga que elegir entre nacionalismos o globalización, ya que consideran su identidad nacional igual de importante que la europea (así lo cree casi el 50% en España). El Consejo advierte cómo los partidos nacionalistas -como la Liga, el M5E o Agrupación Nacional- han tomado buena nota d esto y han tratado de reposicionarse en los últimos meses desde una postura antieuropea a una más cercana a la tarea de refundar Europa.

¿Serán las elecciones europeas unas segundas elecciones nacionales? Negativo. Por el simple motivo de que las cuestiones que preocupan al electorado a nivel europeo y nacional son distintas. Como ejemplo, el cambio climático. Un asunto que no preocupa especialmente a los españoles, pero al que conceden importancia cuando se les pregunta por él en concreto y en el ámbito europeo.

"Los europeos temen al futuro más que al pasado, ya que dos tercios suponen que sus hijos estarán peor que ellos. Para reconstruir su licencia para operar, los políticos de toda la UE deben prestar atención a estas alarmas y ofrecer una señal de cambio que puedan entregar de manera creíble", concluye Susi Dennison, miembro principal y director del programa European Power en ECFR.

'Juego de Tronos'

Además de los mitos, el informe radiografía al votante europeo en cuatro grandes grupos y lo hace, para deleite de los seguidores de Juego de Tronos, con personajes de la serie.

Los Stark (el 24%), consideran que tanto Europa como su sistema nacional básicamente funcionan, se localizan principalmente en Alemania, Austria, la República Checa, Dinamarca y Suecia.

Los Gorriones (el 38%), corresponden a una franja de edad mayor de 50 y al contrario que los Stark han perdido la fe tanto en la Unión como en sus Gobiernos. No se posicionan como de derechas o de izquierdas y son mayoría en Francia, Grecia e Italia.

Los Daeneryses (el 24%), de mayoría Millennials y Generación X, se muestran desilusionados respecto a la política nacional de sus países, pero apoyan la europea y sus valores. Es el grupo del que forman parte Hungría, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y España, donde destaca la preocupación por la corrupción.

El Pueblo Libre (el 14% de electores), nacionalistas y euroescépticos que sienten que su sistema político nacional funciona pero el de Europa no. Son el grupo de mayor edad y está compuesto por austríacos, daneses e italianos.

La conclusión principal del informe es que Europa quiere un cambio. "El sectarismo político aún no se ha consolidado en toda Europa. El electorado europeo está confundido y en este ambiente fluido, hay una oportunidad real para que los partidos principales vuelvan a conectar con los votantes. Sin embargo, no pueden permitirse ser etiquetados como defensores del status quo. Deben reformularse como reformadores audaces con políticas que cambiarán la vida de los ciudadanos para mejor. Sólo así volverán a ganar la confianza de la mayoría moderada de Europa", concluye Mark Leonard.

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