Trump presidente, ¿qué relación transatlántica?

ECFR celebró el jueves 17 de noviembre un debate sobre el futuro de las relaciones transatlánticas tras la victoria de Trump con Jeremy Shapiro, director de investigación de ECFR.

Guests

Jeremy Shapiro, director de investigación de ECFR. Antes en Brookings y en la primera administración Obama.

Chaired by

Cristina Manzano, directora de Esglobal.

Introduce Francisco de Borja Lasheras, director de ECFR Madrid.

El evento 'Trump presidente, ¿qué relación transatlántica?' tuvo lugar el pasado jueves 17 de noviembre, a las 19h, en el Hotel Iberostar Las Letras (Calle Gran Vía 11).

La presidencia de Donald Trump supone un desafío para la relación trasatlántica. Una de los puntos más destacados durante el debate fue que la llegada del nuevo presidente electo a la Casa Blanca rompe con la dinámica de predictibilidad que hasta hoy imperaba en las relaciones transatlánticas. Por tanto, la incertidumbre y las contradicciones marcarán la política exterior de Trump, quien ya durante la campaña ha definido sus líneas de pensamiento en torno a tres ideas. La primera de ella es que Estados Unidos recibe un trato desfavorable por parte de sus aliados, lo que supone un giro en la percepción de las relaciones con Europa y otros aliados principales. A esta idea le sigue la intención de alterar el régimen comercial que mantiene EE.UU. para buscar un mayor número de acuerdos bilaterales. Por último, la inclinación de Trump por líderes de regímenes cuasi autoritarios lleva a pensar que el nuevo presidente favorezca relaciones con hombres fuertes para promover los intereses de EEUU antes que con otros líderes democráticos. 

Siguiendo esta misma línea, es de esperar que Trump conduzca acuerdos y negociaciones guiado por una lógica eminentemente empresarial. Esta lógica implica un cálculo costes-beneficiones que, según Trump, en la actualidad no es positivo para EE.UU. De esta manera, la ‘sobrecarga’ que según el presidente electo le ha supuesto a EEUU su participación e involucramiento en el exterior debe dar paso a un enfoque ‘America First’ en la arena internacional. Tal enfoque es un claro desafío para Europa, especialmente en el área de gobernanza de la seguridad transatlántica. Hasta ahora, ningún presidente había sido tan vocal en sus críticas a la OTAN como Trump antes incluso de ser investido. Si bien  el nuevo presidente no tiene intenciones explicitas de desmantelar la OTAN, su enfoque empresarial supone una amenaza para el futuro de la organización y llama a cuestionar su razón de ser como comunidad de solidaridad. 

Tras la victoria de Trump, Jeremy Shapiro señaló el potencial desarrollo en Europa de una autonomía estratégica y de una mayor unidad para enfrentarse al desafío que presenta el nuevo presidente electo. No obstante, el actual panorama europeo marcado por el auge de distintos tipos de populismos que buscan devolver la soberanía nacional al Estado nación como unidad política menoscaba el desarrollo de esta opción.  

 

17.11.16